Turquía nos ha dejado huella, el Kilim, una alfombra plana y sin pelo ni nudos, está hecha a mano y con algodón. Debemos remontarnos hace unos 3.500 años hemos podido ir comprobando su maravilloso diseño y calidad hasta ser considerada, hoy en día, una cotizada pieza decorativa.
Nos encantan sus dibujos geométricos y sus vivos colores que hemos podido saber que pueden obtenerse por tintes sintéticos, aunque son más valiosos los que se han utilizado las tinturas naturales ya que garantizan mantenerse inalterables con los lavados o la exposición a la luz.. Otro factor que revaloriza la pieza es la complejidad del diseño, la densidad del tejido: a mayor número de hilos, más calidad y mayor resistencia al desgaste.
NOVA DECORA TE RECOMIENDA EL KILIM si buscas ese punto étnico y de calidez en la decoración.
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